7 de febrero de 2017

Geo-Ruta 6: Congost del Mu


Geo-Ruta 6: Congost del Mu


Siguiendo con la sección de geología, nos desplazamos hasta la comunidad vecina de Cataluña donde, como en anteriores geo-rutas, nos moveremos por la USPC. En esta ocasión en su parte más oriental. Algo nuevo en esta unidad geológica. El punto elegido es el Congost del Mu situado al norte de Balaguer entre las localidades de Camarasa, al oeste, y Alòs de Balaguer al este. Este espacio ha sido construido por las aguas del río Segre y únicamente se encuentra alterado por la presa de Alós.

Mapa geológico del entorno de la geo-ruta (elavoración propia) y ortofoto (fuente IGN) con la posición de la ruta.

Nos encontramos en la terminación oriental de la USPC, de la que ya conocemos algo gracias las Geo-Rutas 1, 3, 4 y 5. De las tres grandes unidades que componen la USPC, en esta ocasión nos moveremos por la Unidad de las Sierras Marginales. Esta unidad ya la conocemos gracias a las Geo-rutas 1, 3 y 5, pero veremos algunas diferencias estratigráficas, completando así la visión general de esta unidad, junto con su complejidad y variedad. Las unidades estratigráficas que observaremos en este sector de la USPC son muy similares al resto de geo-rutas realizadas en esta unidad, es decir, materiales del Triásico (Keuper y Muschelkalk), Jurásico -con mucho más desarrollo que en otros sectores en los que nos hemos movido-, Cretácico superior, Paleoceno y Eoceno. 

Ficha técnica de la ruta.


Como en rutas anteriores, seguiremos un sistema de paradas que están posicionadas orientativamente en el track. La ruta la comenzaremos en la presa de Alòs. Aquí hay una pasarela anclada a la pared que nos llevará hasta el primer cruce de la ruta. Una vez aquí cruzaremos a la orilla contraria por un puente colgante. Ascenderemos unos metros para poco a poco ir perdiendo altura hasta el propio congost o estret del Mu. Lo atravesaremos también por una pasarela que nos llevará a una pista. Seguimos esta pista y llegamos hasta el pueblo de Alós de Balaguer donde terminaremos la ruta.

PARADA 1: Riesgos Geológicos. Antes de cruzar el puente colgante, si miramos al frente veremos el encajonamiento producido por las aguas del río Segre en las rocas del Jurásico. Si observamos a ambas orillas veremos unas laderas muy escarpadas y verticales. Sobre la ladera derecha del río (a nuestra izquierda) podemos observar unos curiosos planos curvados por los que parece romperse la roca. Se trata de planos de deslizamiento a favor de los cuales grandes volúmenes de roca se desprenden al fondo del valle. Son conocidos como deslizamientos rotacionales debido a este plano curvo de rotura. Por el contrario, en la ladera izquierda (a nuestra derecha), vemos planos verticales que aíslan grandes bloques de roca del macizo rocoso. En este caso el movimiento de la masa de roca se produce por vuelco, cayendo por gravedad hacia el valle.

 
Inicio pasarela

Pasarela anclatda y excavada en la roca jurásica

Dolomías de Jurásico del tramo final del Congost del Mu

Son aspectos a tener en cuenta al atravesar, por ejemplo, con estructuras lineales este tipo de valles. En esta ocasión pasarían desapercibidos sino fuera porque bajo ellos se encuentra el embalse de Alòs. Grandes volúmenes de roca con un alto potencial de deslizamiento situados en el vaso de embalse son muy comunes en España y generan un potencial riesgo que en ocasiones solventarlo conlleva un sobrecosto de la infraestructura muy elevado. Quizás el caso más conocido en España sea el del pantano de Yesa. En esta ocasión el volumen de roca es muy reducido, pero es muy didáctico y visual.


Movimientos de ladera tipo vuelco y deslizamiento rotacional

PARADA 2: Jurásico. Tras cruzar el puente y ascender por el zigzagueante sendero, llegamos a un punto desde el que se contemplan unas buenas vistas tanto aguas abajo como aguas arriba del Segre. Si miramos al oeste -aguas abajo-, veremos una panorámica espectacular de este tramo del congost. ¡Vamos a conocer un Jurásico algo diferente! En Geo-Rutas anteriores por la Unidad de las Sierras Marginales, los materiales del Jurásico o no aparecían o lo hacían con espesores muy reducidos. En esta ocasión, a excepción de la parte alta del Pic de l’Extrem formado por calizas del Cretásico superior, el resto de materiales son del Jurásico. En este sector de la USPC el Jurásico supone una parte importante de la serie Mesozoica despegada. Más importante incluso que el Cretácico.

Vistas aguas abajo desde la parada 2 y desde donde se ve la serie del Jurásico y Cretácio

Las rocas sobre las que nos encontramos son de edad jurásica, concretamente del Jurásico medio o Dogger. Si tomamos una muestra o nos acercamos a uno de los cortes del camino, veremos que se trata de una roca con muchos poros, algunos de gran tamaño con cristales en su interior. Estos agujeros se conocen como geodas y la roca, aunque parezcan calizas, se trata de dolomías. La dolomía, como la caliza, es un carbonato donde parte del calcio es sustituido por magnesio. Pueden tener un origen primario, cuando desde un inicio son dolomías, o un origen secundario. En este caso nos encontramos ante una dolomía de origen secundario. Esta roca inicialmente fue una caliza en la que el reflujo de agua hipersalina en una laguna o zona restringida se hunde hacia el fondo de ésta y se mezcla con los sedimentos calcáreos. Conforme se filtra, la salmuera reemplaza parte del calcio de la caliza por magnesio convirtiéndose el sedimento en dolomía. En este proceso de intercambio catiónico la porosidad aumenta en un 13%, debido a que el volumen de dolomía es menor que el de caliza. Es por esto por lo que se observan gran número de pequeñas cavidades. Esta característica la convierten en una roca muy interesante en el mundo del petróleo y gas ya que constituye una muy buena roca almacén. Este reemplazo, por lo general, impide la conservación de fósiles y estructuras sedimentarias. Por lo que no se trata una roca con abundante fauna fósil. 

 Grandes poros en las dolomías del Jurásico. Síntoma de aumento de la porosidad al pasar de caliza a dolomía

Geoda de tamaño centimétrico

Por encima de estas dolomías, aparecen otros materiales menos competentes que rompen la verticalidad de la ladera. Se trata de una unidad formada por  calcarenitas con pequeñas pasadas de margas. Debieron sedimentarse en zonas lacustres y de plataforma carbonatada. Se les atribuye una edad de Jurásico superior o Malm.

PARADA 3: Discordancia. Seguimos el sendero hacia el este y poco a poco dejamos las estrecheces por una zona algo más amplia. Si miramos hacia la otra orilla veremos que la sucesión estratigráfica es diferente a la que hemos visto en la parada anterior. Nos encontramos con que sobre las dolomías del Dogger no parece la ruptura de pendiente. Por lo tanto no aparecen los materiales del Jurásico superior, los cuales son sustituidos por calizas muy competentes. Son del Cretácico superior y son las mismas que hemos observados en Geo-Rutas anteriores (1, 3, 4 y 5). Esto es debido a que antes de la sedimentación de las calizas del Cretácico superior, los materiales jurásicos se erosionaron  al ser expuestos en superficies por tectónica. Esto hace que el Jurásico se conserve parcialmente y que en este punto no aparezca el Malm al erosionarse por completo. Por lo tanto, las calizas de Cretácico superior descansan sobre una superficie de erosiva de discordancia muy marcada.

El paredón superior lo constituyen calizas del Cretácico superior. Los materiales inferiores son del Dogger.

PARADA 4: Estret del Mu. De nuevo el curso del Segre se encajona y para salvar este punto ha sido necesario construir unas pasarelas metálicas. Nos encontramos en el flanco oeste del sinclinal de Sant Jordi. Aquí las calizas del Cretácico superior se encuentran buzando fuertemente hacia el este lo que combinado a la erosión fluvial ha dado lugar es este curioso y bonito congosto o estrecho, el del Mu. Cruzando por estas pasarelas podemos observar en estas calizas, bien cementadas, abundantes restos fósiles de equínidos. Nos encontramos en la parte intermedia de la sucesión del Cretácico superior interpretados como facies de plataforma somera.

Estret del Mu visto desde la Parada 2.

Restos de equinodermos en la zona del Estret del Mu.

PARADA 5: Sinclinal de Sant Jordi. Pasado el Estret del Mu nos adentramos en el núcleo del sinclinal de Sant Jordi. El paisaje cambia y si miramos atrás, en la orilla derecha vemos el flanco oeste casi vertical y con una erosión de los estratos calcáreos característica. Si nos fijamos en la cartografía esquemática realizada par esta geo-ruta, vemos que la dirección de las estructuras principales es SW-NE, lo cual contrasta co la dirección principal de las estructuras pirenaicas (=E-W). Algo muy similar vimos en la geo-ruta 3 con el sinclinal de Estopiñán. Al encontrarno en el extremo oriental de la USPC, algunas estrucutras poseen estas dirección como consecuencia del desplazamiento relativo deésta hacia el este.

Flanco oeste del anticlinal de Sant Jordi

Avanzamos hacia el flanco este, donde de nuevo se desarrolla otro pequeño estret, y podremos observar un buen corte de la parte alta del Cretácico superior. Vemos unos estratos centimétricos muy uniformes llenos de estructuras sedimentarias de tracción separados por pequeños niveles de arcillas. En estos estratos calcáreos podremos observar una gran cantidad de restos fósiles de gasterópodos, bivalvos, corales y rudistas. Se han interpretado como facies de plataforma somera con alternancia de facies energéticas.

 Estratos calcáreos centimétricos uniformes.

Estructuras de tracción y nivel de arcillas entre sendos estratos calcáreos

Fragmentos de bivalvos

Fragmentos de gaterópodos

Sección transversal de un gasterópodo

Fragmentos de bivalvos

Fragmentos de bivalvos

Restos fósiles de rudistas.

Nos desplazamos unos metros por la pista paralela al Segre y atravesamos el flanco este del sinclinal de Sant Jordi. Pronto llegamos a un barranco donde se observan unas margas de colores ocres y grises. Se trata de margas del Jurásico inferior o Lias. Como vemos, el Dogger ha reducido aún más su espesor en este flanco. Fenómeno ligado a la discordancia bajo los materiales del Cretácico superior. Si continuamos andando por la pista, bajo estas margas nos encontraremos unas calizas bien estratificadas de colores ocres donde se identifica una buena laminación. Además en esta laminación es posible identificar unas estructuras muy conocidas llamadas ripples. En futuras Geo-Rutas explicaremos con detalle de qué se trata. En conjunto estos materiales se ha interpretado que se han sedimentados en ambientes de plataforma restringida o lagoon.


Flanco este del sinclinal de Sant Jordi

Margas del Lías

Estratos calcáreos decimétricos del Lías

Ripples

PARADA 6: Conglomerados del Cenozoico. Seguimos por la pista y si nos fijamos a nuestra izquierda en ocasiones es fácil identificar gravas que cortan -discordantes- a los estratos infrayacentes. Se trata de sedimentos generados por el río Segre cuando su posición era más alta. Son sedimentos que se conocen como terrazas. 

Base erosiva en terraza del Segre

Continuamos por la pista y pronto se nos presentan en el horizonte unas peñas redondeadas muy características. Están formadas por conglomerados. Conglomerados muy similares en los que en otras geo-rutas hemos englobado dentro de la Fm. Graus. Por los tanto, son materiales de edad Terciaria, muy posiblemente Oligoceno-Mioceno, que proceden de la erosión de los relieves generados durante la formación del Pirineo. A pesar de ser unos conglomerados masivos, es posible determinar una disposición horizontal que contrasta con los estratos inclinados sobre los que descansa. Nos encontramos en otro caso de discordancia, una discordancia angular concretamente, vista ya en la Geo-Ruta 5 también en materiales muy similares.

Conglomerados del Mioceno discordante sobre los materiales subyacentes.

Venimos de ver materiales del Jurásico inferior y en este punto nos encontramos de nuevo con las mismas calizas que forman el Estret del Mu. Es decir, pasamos del Jurásico inferior al Cretácico superior sin encontrarnos ni con el Dogger ni el Malm que hemos visto en las primeras paradas. La repetición de la serie se explica por la presencia de un anticlinal donde el Lías representa el núcleo. Este anticlinal recibe el nombre de Carboneras. Y el paso del Lias al Cretácico superior, en esta ocasión, se explica a través de un cabalgamiento que perturba este núcleo del anticlinal. No es consecuencia de la discordancia bajo el Cretácico, que también podría ser una solución al problema sin necesidad de utilizar un cabalgamiento.

PARADA 7: Diapiro de Alòs de Balaguer. Nos encontrábamos en el flanco este del anticlinal Carboneras, el cual se encuentra parcialmente trastocado por un cabalgamiento. Este mismo flanco es el flanco oeste del sinclinal de Boada, siguiente estructura. Andando unos metros por la pista y antes de situarnos bajo los restos del castillo de Alòs, nos encontraremos en el núcleo de esta estructura. En esta ocasión el núcleo lo componen materiales del Paleoceno y Eoceno inferior. Son materiales poco competentes como margas, areniscas y algún nivel calcáreo, por lo que resulta complicada la observación de un buen afloramiento. 

Castillo de Alòs

Seguimos hacia Alòs y antes de llegar a la carretera nos encontramos con algún pequeño afloramiento de arcillas rojas. Deberían sonarnos, pues se trata del Keuper, tan importante en la USPC. De esta forma nos adentramos en una nueva estructura que ya hemos visitado en varias ocasiones (Geo-Ruta 1 y 4), se trata del diapiro de Alòs. Sobre el pueblo de Alòs podemos observar cómo la muralla del castillo se adapta al relieve de las calizas del Muschelkalk.

Muralla del castillo sobre calizas del Muschelkalk

Bibliografía:


Soto, R., Pocoví, A. y Santolaria, P. (2015): El sistema de pliegues y cabalgamientos oblicuos de St. Jordi-Sierra Boada (Sierras Marginales, Unidad Surpirenaica Central). Geogaceta, 58: 91-94.

Mapa geológico Hoja 328-Camarasa, 1-2. Institut Cartogràfic y Geològic de Catalunya (enero 2014).

Al-Awadi M., J. Clarck W., Herron M., Hurley N., Kho D., Montaron B. y Sadooni F. (2009): La dolomía: aspectos de un mineral desconcertante. Oilfield Review 21, 4: 32-47.

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