El 18 de Agosto decidimos probar una nueva experiencia, algo que ansiábamos de hacer y que nunca habíamos hecho: una vía ferrata. De esta forma emprendimos camino a Montfalcó donde cogimos el guía: Mikel. La vía se encuentra al otro lado del pantano, en la parte catalana, por lo que hay que tirar de piragua para llegar, lo que lo hace de una actividad fantástica la combinación de piragua por el pantano y ferrata por la cresta.
- Situación: Pirineo de Lleida- Valle del Noguera Ribagorzana
- Desde: embarcadero de Montfalcó
- Dificultad: K5
- Desnivel +: 200 m
- Distancia equipada: 230 m
- Aproximación: 1 h
- Tiempo: 1 h 30 min
- Regreso: 1 h 30 min
- Material mínimo: calzado cómodo, arnés, disipador, guantes, casco
- Fecha: -/-/-
- Observaciones: -
Una vez en la otra orilla, según como se encuentre el pantano de lleno habrá que andar más o menos. La vía comienza muy cerca del nivel de llenado del pantano. El comienzo de la vía, se podría decir que es el más difícil, que no duro, debido los frecuentes cambios de mano que hay que hacer y a las escasas clavijas que existen, por lo que el principio ya es bastante selectivo.
Continúa por una pared vertical llena de clavijas hasta llegar a un pequeño descanso, más bien un tramo de senda de unos 5 metros que acaba en una pequeña canal donde hay que volver a ascender unos 15 metros hasta llegar a un jardín.
Tras el jardín hay un pequeño desplome que nos lleva al inicio de la pasarela por una grapas.
De nuevo, al final de la pasarela, un nuevo ascenso en vertical donde hay que tirar de las grapas y de la roca.
Unos metros antes de tomar la línea de grapas, la pendiente se suaviza e incluso hay que descender unos tres metros para comenzar la pared.
La pared con la línea de grapas tiene unos 40 metros de altura, bien acondicionada con grapas y clavos que son el mejor apoyo para descansar a 30 metros de altura. El patio es precioso cambiante según la estación, con vistas al pantano de Canelles.
Acabada la primera tirada continua de grapas, hay un pequeño covacho para descansar y coger fuerzas para superar el desplome que viene a continuación.
Tras el desplome la pendiente es mucho menos pronunciada y la vía finaliza unos 20 metros después en una buena plazoleta donde se junta que la otra ferrata Olmo-Soler.
Continuamos por esta ferrata, de menor dificultad. Se puede hacer prácticamente sin sin arnés, aunque algún tramo no sobra por la altura a la que te encuentras. Un poco antes del final, hay un bidón en el que existe un libro donde hacer tus notas, y ya por fin se llega a la ermita de Pertusa.
Aquí tenéis la ficha técnica de la vía realizada por el autor de la ferrata: http://www.jombigwall.com/ressenyes/Cast-Urquiza-Olmo.html
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